Todos quienes hemos tenido que dirigirnos al público sabemos de la importancia de comenzar con algún guiño cómico, o al menos amable, para romper el hielo del discurso.
Les Luthiers nos hablaron en su Discurso de aceptación de los Premios Principe de Asturias que el humorismo es siempre social, puesto que nadie se cuenta un chiste a sí mismo.
Viene esto a colación, por la eventual intervención de un político, que para comenzar lo pueda hacer así: Yo soy fulanito de tal, el Inculto y el Miserable, y lo que pretenda ser algo gracioso y tomarlo como una ironía, el público no sepa captarlo de esa forma, sino como una afirmación de principios. Es evidente que en tal caso, es un chiste para sí mismo.
Así pues, pongamos un poco de Cultura y humorismo, con Les Luthiers, aunque incluso también podemos recordar, a otro nivel, al inolvidable Cantinflas.
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