Uno de los momentos cumbres del Concierto de Año Nuevo que tiene lugar en la Sala Dorada de la Casa de la Música de Viena, a cargo de su Filarmónica es cuando se anuncia quien será el director del siguiente concierto, y así todos los aficionados, e incluso quienes no lo son, acogimos con entusiasmo la elección de Ricardo Mutti para el próximo 1 de Enero, tras el paso de directores hieráticos como Franz Welser-Möst y Christian Zimmerman.
Mutti, considerado uno de los mejores directores de los últimos años junto a Claudio Abbado, y heredero del histórico Toscanini, se pondrá, con sus 83 años, por septima vez al frente de este icónico concierto siendo solo superado en la era moderna por Lorin Maazel con 11 titularidades.
Hemos de reconocer que somos unos acerrimos entusiastas de Ricardo Mutti, tanto en su aspecto musical, con dos actuaciones en Sevilla que nos marcaron para toda nuestra vida. La primera en las celebraciones del 92 con un Requiem de Verdi, que contó con la malograda Daniela Dessi, como varios años después, el 13 de Enero de 1997 al frente de la Orquesta de la Scala de Milán, y una Septima de Beethoven que nos hizo redescubrirla, junto con los Cuadros de una Exposición.(Agradecemos los apuntes memorísticos y documentados de nuestra compañera y amiga Emilia Matute)
Su elegancia en la dirección contrasta com la de otos directores, a los que él mismo ha criticado por sus gestos exagerados, nosotros incluso remachamos que algunos nos parecen hsta karatecas en movimientos de artes marciales.
También la denunciado repetidamente a los políticos, tanto de izquierdas como de derechas, que dejan caer a los pueblos en la ignorancia.
«No hay orquestas, la enseñanza de la música en las escuelas es inexistente, demasiados teatros históricos permanecen cerrados... Me duele ver al país caer en la ignorancia . Vivimos de las rentas del glorioso pasado. Tenemos un inmenso patrimonio cultural que se está precipitando a pesar de los esfuerzos de algunas personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario