CARTA DEL PROFESOR GONZALEZ FERRÍN

Tanscribimos escrito que nos hace seguir nuestro profesor D. Emilio Gonzalez Ferrín, para ser publicado en nuestro Blog.

Remitido:
Emilio González Ferrín
Estudios árabes – Palos de la Frontera s/n - 41004 sevilla
A/a Alumn@s
Aula de la Experiencia
ASUNTO: Renuncia
Queridos alumnos;
He renunciado definitivamente a participar en cualquier actividad relacionada con el Aula de la Experiencia. Durante varios años, he impartido diversos cursos a distintos niveles, en las Aulas de Sevilla, Mairena del Aljarafe y Utrera. Debo decir –y así lo he hecho siempre público- que ha sido, probablemente, la más gratificantes de mis experiencias docentes.
Al ser un alumnado exclusivamente vocacional, el seguimiento de las clases, la participación y la exigencia de comunicación que siempre habéis mostrado, me ha obligado a enfrentarme a las cosas con perspectiva, saliendo de la clásica cerrazón de las especialidades universitarias. Por eso no quería irme sin daros las gracias públicamente, y este blog me ha parecido el procedimiento más adecuado.
El Aula también me permitió una de mis mayores satisfacciones personales relacionadas con la Universidad: el anterior director –Rafael Llamas- entendió que las diferencias de enfoque y escuela en una materia concreta podían superar las meras rencillas y convertirse en debate público. Así, la clausura del curso pasado me regaló la oportunidad de hacer exactamente lo que, en mi opinión, es la Universidad: la búsqueda de la verdad por contraste, concediendo la posibilidad de cambios de paradigma y/o enfoques.
Mi renuncia no se debe, por lo tanto, a diferencias de opinión –siempre fértiles- ni a indisposición con el actual equipo de gobierno, cuyo máximo representante, el Rector Joaquín Luque, no sólo me merece el mayor respeto profesional, sino que lo considero de una valía personal fuera de lo común. No; la razón es, exclusivamente, porque me parece una falta de respeto tener a profesionales llorando por cobrar más de un año después de haber llevado a cabo el trabajo.
A fecha de hoy, no he cobrado ni vuestros cursos del año pasado ni la charla final.
Confundir la vocación con la cara de imbécil es una lacra en España, y la única forma de combatirla civilizadamente es quitarse de enmedio. Me pregunto cómo respondería un fontanero, abogado, arquitecto, economista; o un banco, o la Agencia Tributaria, si yo decidiese tomarme más de un año en cumplir con mis obligaciones.
Por lo demás, podéis contar conmigo para lo que necesitéis.
Un abrazo:
Emilio González Ferrín