Durante más de 300 años, permanecieron enterradas en la Biblioteca Real de Bélgica, obras de un "compositor desconocido".
Tras años de meticulosa investigación, Peter Wollny, director del Archivo Bach de Leipzig, las identificó con éxito como obras de Johann Sebastian Bach.
El Archivo Bach en Leipzig ahora posee la segunda colección más grande de manuscritos de Bach escritos por el propio compositor.
La película también presenta la donación más valiosa que el archivo ha recibido desde su fundación: la colección del armador estadounidense Elias Kulukundis, con una gran cantidad de obras de los hijos de Bach.
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