En algunos pasajes, casi parece como si los pensamientos del compositor estuvieran en algún lugar lejano. Este efecto onírico se ve realzado por la sensible interpretación de la solista Maria João Pires, y quizás representó un rayo de esperanza durante un período en el que Mozart desafió los límites de lo posible, hasta su enfermedad y su posterior fallecimiento.
La carrera internacional de Maria João Pires comenzó en Bruselas en 1970, cuando ganó el concurso internacional de radio que conmemoraba el bicentenario del nacimiento de Ludwig van Beethoven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario