Es autor de algunas de las obras de música clásica más famosas del repertorio actual, como los ballets El lago de los cisnes, La bella durmiente y El cascanueces, la Obertura 1812, la obertura-fantasía Romeo y Julieta, el Primer concierto para piano, el Concierto para violín, sus sinfonías Cuarta, Quinta y Sexta y las óperas Eugenio Oneguin y La dama de picas.
Sus sinfonías, como la número 4, 5 y la célebre Patética, presentan tensiones dinámicas y cambios emotivos que se volvieron paradigmas para la música sinfónica posterior, incluso influyendo en Gustav Mahler.
Proponemos escuchar algunos fragmentos representativos de algunos de los títulos citados.
El Hada del Azucar, El IV Movi. Adagio de la Sinfonía nº 6 y el final de la obertura 1812.
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