A partir de su experiencia como reportero y narrador, reivindica la lectura, la curiosidad y la ética personal como brújulas para orientarse en tiempos confusos. 
 Con ejemplos de su obra y de la vida real, Pérez-Reverte recuerda que la valentía, el respeto y la coherencia no hacen ruido, pero son los que sostienen al ser humano en los momentos difíciles.
Y una observación personal. Ese gesto que hace Perez-Reverte es el correcto para poner el sombrero cuando estamos sentados y ante una mesa, nunca sobre ella, sino del revés y bajo el asiento.
3 comentarios:
Pascual, muchas gracias por esta hora de lecciones de vida, de ese Maestro genial e irrepetible llamado Arturo Perez-Reverte.
Perdón, soy Pedro Contreras.
Querido amigo, muchas gracias a ti por su generosidad y fidelidad al Blog de La Décima.
Publicar un comentario