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viernes, 17 de octubre de 2025

BERNA PERLES Y YERMA. LA MAYOR OVACIÓN EN LA HISTORIA DE LA ÓPERA DE TENERIFE. UN HITO EN SU CARRERA.

Fotos: Auditorio de Tenerife / Miguel Barreto
Ninguno de nuestros lectores puede desconocer la admiración que le profesamos a la gran soprano Berna Perles, admiración que es común con la que le dedica toda Sevilla y la Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera, así como nuestro director de Redacción, quien además se precia de su amistad.
Desde hace varias semanas hemos ido viviendo a través de sus RR.SS. como Berna iba haciendo suyo el personaje, contándonos algunos aspectos de los ensayos, con momentos realmente duros pero que en la voz de Berna sonaban solo a Entusiasmo e Ilusión.
Es por ello que esperábamos conocer la reacción del público y crítica y esta no ha podido ser más entusiasta tras el estreno de la producción de la Ópera de Tenerife.
De entre todas la alabanza hacia nuestra querida Berna Perles, entresacamos algunos párrafos:
BECKMESSER.
Cuando, en los saludos al final de la representación, Berna Perles irrumpió en solitario en la escena del Auditorio de Tenerife, la platea se vino abajo en una de las ovaciones más vitoreadas que recuerda el crítico. 
Si en el estreno de la ópera hace ahora 54 años la protagonista fue Mirna Lacambra, ahora ha sido la soprano malagueña Berna Perles la que ha tenido que lidiar con un rol que, como Elektra, Salome y tantos otros emblemáticos de la escena lírica, exige el 200%. No solo escénica y musicalmente, también anímicamente. La Perles se dejó la piel y la voz en su interpretación candente y a pecho descubierto -también literalmente- en una Yerma de hondos quilates

PLATEA MAGAZINE
En la vida de un cantante de ópera hay proyectos que suponen un antes y un después. Esta Yerma es ya un hito para el desarrollo profesional de Berna Perles. 
La soprano malagueña ha firmado una encarnación memorable del personaje lorquiano. Con una entrega total, a tumba abierta, su incondicional entrega emocional al rol contrasta con el control vocal con el que aborda la parte, sin forzar un ápice su instrumento, cantando el papel con su voz de principio a fin. Hablamos por cierto de un rol imposible de cantar, no solo por su constante presencia en escena, sin apenas resuello, sino también por los muy diversos registros que requiere a la soprano. Villa-Lobos no escribe para las voces en un estilo precisamente fácil y es muy posible caer fatigado tarde o temprano. Nada de eso sucedió en el caso de Berna Perles, quien admiró por su aplomo, su denuedo y su naturaleza. Como ya dije, esta Yerma queda ya como un hito en los anales de su trayectoria profesional.
ÓPERA ACTUAL
Hay que admirar el extenuante compromiso actoral y vocal de la soprano malagueña Berna Perles, quien demostró haber trabajado con gran profundidad a la protagonista, un personaje extremo que representa un brutal tour de force con el que ha sabido transmitir todo el dolor y la angustia de Yerma con una actuación que quedará para el recuerdo y que fue recibida con vítores por un público enfervorecido y en pie al finalizar la obra. Su personaje, omnipresente en escena, debe interiorizar todo el texto de la obra teatral y la compleja partitura en la que canta largos monólogos, que combinan recitado y canto, a los que se unen diversos dúos de considerable extensión junto a los dos personajes masculinos, su marido, Juan, y su amigo, Víctor. Perles aportó una dicción transparente y gran proyección en un personaje que se mueve mayoritariamente en un registro central, pero que también exige graves y un demandante registro agudo.

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