Esta es una de las piezas maestra de la literatura narrativa del Nuevo Testamento, y una maravillosa historia de amor de padre frente a egoísmos y rencores de hijos.
El cuarto domingo de Cuaresma, conocido como Domingo Laetare, es una pausa especial dentro del tiempo penitencial, caracterizado por un ambiente de alegría anticipada.
(Fuente: Dominicos,Sevilla)
Esto se refleja también en la música litúrgica, que puede incluir instrumentos y un repertorio más adornado, en contraste con la austeridad habitual de la Cuaresma.
Y nos parece para hoy, ilustrar musicalmente esta circunstancia con el Miserere mei Due, de Gregorio Allegri.
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