Siempre es un biuen momento para recordar el gran legado que nos dejó Alfredo Kraus, y hoy hemos pensado dedicarlo al aria que él convirtió en inmortal, El Lamento de Federico, de la ópera L'Arlesiana de Cillea.
Este lamento, conocido también como É la solita historia del pastore, nos situa al personaje mostrando su dolor, por una mujer, como sucede con tanta frecuencia en la vida real y la interpretación de Kraus está plena de elegancia y técnica, como era propio en él. De hecho, esta aria no solo fue una de las piezas más interpretadas sino que también se convirtió en una muestra paradigmática de su estilo y de las cualidades que lo distinguieron como artista.
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