En los talleres de Friederike Schmitz, los alumnos representan en el suelo del aula cuánto espacio tiene un cerdo de engorde.
Pero hay métodos de cría respetuosos con el bienestar animal.
El debate muestra que los niños piensan de forma similar a los adultos: todos sentimos lástima por los animales y todos vemos que la humanidad se precipita hacia la catástrofe climática. Pero sigue siendo difícil cambiar nuestros hábitos.
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