LECTURA PÚBLICA DE OTELLO

ALGO ESPECIAL SUCEDIÓ AYER EN INGENIEROS.

Hemos titulado esta entrada con el nombre oficial que se le daba por parte del CICUS, pero la verdad es que no fue eso a lo que asistimos.
Anteriormente, todos hemos escuchado otras lecturás públicas, como las de El Ocaso de los Dioses, Doctor Atomic y Tosca, y cada una ha estado enfocada bajo un distinto punto de exposición, aunque siguiendo un patrón común que ayer se rompió para gozo de todos los asistentes.
Antes de seguir, digamos para intentar centrarnos en la realidad que ayer no se trató de una lectura pública sino que asistimos nada menos y de forma inesperada a un Otello en versión Concierto.
De entrada ya nos sorprendió la presencia de todos los cantantes en el escenario, algo totalmente inhabitual y cuando dio comienzo el Concierto, pudimos observar como iban cantando casi en "sotto voce", cuando lo que realmente hacían era calentar las voces, cosa que suponemos no habían hecho previamente, para pasados unos minutos cantar sin ningún tipo de reserva y en los mismos registros que podremos escuchar en las representaciones del Maestranza.

Los aficionados sevillanos conocemos muy bien al barítono Angel Ódena y sabíamos que no nos iba a defraudar, incluso a los que tenemos a Carlos Álvarez como imagen de Yago, y así sucedió.

Gregory Kunde superó todo lo que que pudieramos esperar de un personaje tan complejo y dificil de interpretar como Otello, pero por otra parte tan atractivo para todos los tenores, lo que provoca que muchos se enfrenten a él en un momento inadecuado e inmaduro de su carrera.

¿Y que decir de Julianna di Giacomo como Desdémona?
Hemos de confesar que antes de ver el giro que el Concierto iba tomando, pensábamos que  en lo que se anunciaba como lectura pública no se interpretaría uno de los momentos más complicados en voces femeninas de cualquier ópera. Cantar de forma ininterrumpida la Canción del Sauce y el Ave María y de la forma que ella lo hizo, no está a la altura de cualquier soprano. Por cierto, fantásticas nuestras dos Sarahs (Sara Bishop al corno inglés y Sara Roper al oboe), así como el resto de las maderas en esos momentos tan delicados, como posteriormente Ciorata al contrabajo y la sección de metales en los momentos dramáticos tras la muerte de Desdémona.