Había una gran expectación entre todos los aficionados por el acto organizado conjuntamente por el Teatro de la Maestranza y la Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera "En torno a Otello".
Tanto la ópera que se iba a analizar, su compositor, y los conocimientos y capacidades expositivas del maestro Pedro Halffter por un lado y por otro, el socio mas antiguo de la ASAO, el profesor Ramón María Serreras ya anticipaban unos excepcionales momentos.
La sala de prensa se llenó de público hasta que hubo que limitar el acceso en el momento justo de comenzar el acto.
Antes del comienzo, el profesor Serreras nos confesaba la gran química existente con el maestro Halffter, que permitía que ni siquiera hubiesen hablado previamente sobre sus distintas exposiciones y, efectivamente, todo fue fluyendo de una forma admirable, sin que ahora mismo recordemos que aspectos desarrolló uno u otro. Asímismo nos decía que poco se podía decir de una ópera como Otello que no fuese ya conocido.
¡Que lejos de la realidad!.
No solo se habló de aspectos de Otello, como que inicialmente Verdi pensó en titularla "Yago", que era el verdadero personaje central y motor de la obra.
Se recordó la ironía que supuso que un músico que había sido rechazado para entrar en el Conservatorio de Milán (que por cierto ahora se llama Conservatorio Verdi), con tan solo 20 años estrenaba ópera en la propia Scala.
Se analizaron aspectos como la similitud del Credo que canta Yago, con el Dies Irae del Requiem verdian, el primer movimiento, más aún el primer segundo de la ópera, que para Halffter es realmente genial.
La dificultad de enlazar 22 minutos de música lenta, en el previo y la Canción del Sauce y el Ave María, en contra de todas las normas establecidas.
Además de otros muchos aspectos y detalles musicales que Halffter nos fue explicando sobre el piano, se profundizó en la psicología de los personajes, hasta asegurar que no existía un verdadero amor entre Otello y Desdémona, la bipolaridad del primero y la candidez de la segunda, rodeada de maldades.
Las luchas raciales entre Yago (etimologicamente Jacobo y por tanto de origen judio) frente al Moro.
La candidez de Desdémona hablando de Cassio, en una extraña relación de amistad entre hombre-mujer para aquella época, como si no conociera el aspecto iracundo y celoso de Otello.
Notas musicales que pueden reflejar amistad, comparando no obstante entre esos momentos de Otello y Yago, con la amistad limpia de D.Carlos y Rodrigo en Don Carlo.
La violencia de genero, la xenofobia, la mentira, la maldad solo por ascender de Alférez a Capitán.
Podríamos llenar páginas intentando resumir brevemente todo lo que allí se expuso, aunque queremos cerrar con la reflexión final del profesor Serreras que hizo enmudecer a todo el público, aludiendo a que solo son grandes los países cultos. Se notaba dolor y sufrimiento en esas palabras que nos puso a todos un verdadero nudo en las gargantas, no solo por el contenido sino por el sentimiento en la expresión. Había dolor en su rostro.
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