El salón de actos del Ateneo, e incluso el patio central donde hubieron de colocar una pantalla en circuito cerrado, se quedo pequeño ayer para escuchar la brillante conferencia pronunciada por nuestro compañero Miguel Simón, quien vino a aclarar muchas cosas que para nosotros formaban parte solamente de un antiguo territorio que en su momento estaba bajo control español y una guerra que, efectivamente, había quedado en el más absoluto de los olvidos.
Recordar todo lo que allí sucedió nos hizo además considerar como ha cambiado el mapa político de ese basto territorio africano tan convulso y recapacitar sobre la fragilidad de situaciones que nos parecen sólidas
como una roca pero que finalmente quedan disgregadas como la arena del desierto, del que forma parte,
Miguel insistió a lo largo de su exposición, y luego repetido por uno de los asistentes, ex combatiente en aquella guerra de Ifni, que no podemos juzgar lo que allí sucedió y la forma en que lo hizo fuera del contexto de su época debiendo juzgarlo trasladándonos a las circunstancias y momento histórico.
Entendimos ayer situaciones que nos extrañaron en su momento por desconocimiento, como fue el hecho de que el ejercito español no pudiera hacer uso del material, no solo bélico, sino de transmisiones de las que ya por entonces se disponía, procedente de las aportaciones de los Estados Unidos.
Por completar tan brillante conferencia, las intervenciones de antiguos combatientes, sin duda casi unos niños en aquel momento, aportaron la visión personal y emotiva.
Como siempre, la gran cantidad de material gráfico con unas excelentes presentaciones nos ayudó a situarnos en el terreno y entender aún mejor todo lo que allí sucedió.