UNA SINFONÍA EN IMÁGENES PARA DESPEDIR EL CURSO DE LA HISPALENSE

¿Qué diferencias podemos encontrar entre la música y el resto de las artes?.

La poesía o cualquier novela por ejemplo exige concentración, y otros conocimientos, como del lenguaje.

El cine nos obliga a estar pendiente de las imágenes y ahondar en ellas.

La música no exige nada para procurarnos esa sensación de dicha.

En esas reflexiones estábamos antes de comenzar al Concierto de ayer, a cargo de la OSC, que representaba la clausura de nuestro Curso en la Universidad Hispalense.

Reconocemos y ponderamos como se merece la gran labor de encontrar imágenes entre más de 40 películas entre los años 1912 y 1929 y cuyos personajes se debaten con los males del amor al ritmo de esa música surgida de un genio romántico como Hector Berlioz con su Sinfonía Fantástica, así como el perfecto acoplamiento entre las imágenes y la Música, hasta que en el segundo movimiento "Un Baile", no fuimos capaces de concentrarnos en la música ante ese torbellino de imágenes y centrarnos en ella, cerrando los ojos y adentrarnos de esa forma en esa partitura salvaje, que nos arrastró hasta el Sueño de una Noche de Sabbat.

Nosotros, miembros de La Décima, y alumnos de la Universidad, somos todos unos fieles seguidores y admiradores incondicionales de ese Grupo de Jóvenes que conforman la Orquesta Sinfónica Conjunta, juventud que incluso alcanza a su director Juan García Rodriguez, a quien se le debería dar la oportunidad de dirigir e intentar bajar de su levitación a  otros profesores profesionales, que todos conocemos.

A lo largo de 13 años hemos ido siguiendo la evolución de la Orquesta, de forma que incluso antes de comenzar y viendo esas sillas y atriles en el magnífico escenario del Maestranza, ya sabíamos que "Algo extraordinario iba a suceder".

Y vaya que sucedió, hasta ese estallido final con el Aquelarre sobre las notas burlescas del Dies Irae.

A la salida, algunos compañeros quisimos dejar testimonio de nuestra presencia y despedirnos, todavía con la Música latiendo en nuestros corazones, hasta nuestro Feliz reencuentro en Septiembre, si Dios lo permite.