Ana Kavalerova es una esas jóvenes genios pianísticos, que en el ya lejano 2017 se alzó con el premio de Clamo Music y tras actuar con la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia con el Concierto para piano de Tchaikovsky, no tuvo continuidad en nuestro país, ni tampoco en las habituales participaciones de la nómina de pianistas surgidos de Clamo Music en los Conciertos de la Luna Llena de Águilas, debido a la pandemia y posteriormente, tener que atender sus múltiples compromisos internacionales que la han llevado a los escenarios de prácticamente toda Europa más Israel, China y Japón.
Es imposible reseñar todos los grandes éxitos en su corta pero intensa carrera y sus retransmisiones televisivas, si bien queremos mencionar un CD que grabó "Temas y Variaciones", con partituras de Schuman, Rachmaninov y Kasputin, y éste último, como ella dice irónicamente como "telonero", para aliviar la tensión de los anteriores, y que supuso un punto de inflexión en su Música, tal como ella misma explica en un precioso documental.
Se graduó en el Conservatorio estatal Tchaikovski de Moscú y completó su formación y segundos grados, en la Escuela de Música Betchman-Mehta de la universidad de Tel Aviv, donde en esos momentos fijó su residencia, antes de trasladarla en el año 2022 a París.
Escuchar a Kavalerova es adentrarse en "La belleza de la Música al piano".
Ana es además una activa participante en la Fundación de Vladimir Spivakov "Niños contra el terror".
A la vista de todo ello, no es extraño que algunos componentes de La Décima hayan decidido acudir a escucharla, junto a la OSRM en el Concierto de Clausura de la Temporada de PROMÚSICA ÁGUILAS, en la próxima semana.
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