Muchos compañeros se saltaron esta parte de la actividad, que suponía algún esfuerzo físico. |
En el Pabellón Mudejar, visitamos el Museo de Arte y Costumbres Populares, que nos trasladó en el tiempo a nuestra niñéz.
A continuación, y continuando con nuestro paseo, llegamos al restaurante concertado por nuestro compañero Miguel Simón, en la Residencia de Oficiales del Ejercito, junto al propio Parque y en un entorno sumamente agradable pudimos disfrutar de una excelente comida.
Tras varios meses sin poder reunirnos, y si bien faltaron muchos compañeros por diversas situaciones ajenas a su voluntad y otros por propia decisión, tuvimos un recuerdo para quienes nos han dejado definitivamente de forma física pero que siempre estarán con nosotros. Todo ello en un ambiente donde nuestra proverbial cercanía, besos y abrazos tuvieron la necesaria sordina de la prudencia, sabedores de que cualquiera puede ser causante de contagio, incluso sin ser consciente de ello.
Dado que son muchas las imágenes que deparó la jornada, estamos preparando un Audiovisual, que confiamos poder publicar y ofrecer en breve.
No terminó ahí la jornada, ya que tras los postres y café nos desplazamos a un Acto Académico en el Rectorado de nuestra Universidad, que merecerá nota aparte.
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