El 7 de febrero de 1894 fallece en París, en la más absoluta pobreza, Adolphe Sax, fabricante de instrumentos musicales belga.
Es conocido por haber inventado el saxofón, un instrumento de la familia de los instrumentos de viento-madera, y cuyo nombre proviene de su nombre, «Sax», y de «fono» (que significa 'sonido'); es decir, «sonido de Sax».
En la década de 1920, el saxofón tuvo un gran auge debido a la aparición del jazz.
Al principio, como es de suponer, tan solo el propio Sax era quien tocaba su saxofón construido por él.
Lo tocó por primera vez ante el público en la ciudad de Bruselas en 1841.
En 1842, el joven fabricante llegó a París con su saxofón y recibió una gran acogida por los compositores de la época. En 1844, Héctor Berlioz compuso la primera obra que se conoce para este instrumento, el sexteto Canto Sagrado, que fue estrenada el 3 de febrero de 1844 bajo la batuta del propio Berlioz y con Adolphe Sax en la interpretación de su saxofón.
En diciembre de 1844 se produjo la primera aparición del saxofón con orquesta en el oratorio de G. Kastner Le dernier roi de Judá. Después de esfuerzos constantes para conseguir su perfeccionamiento, lo que hoy conocemos como la familia de los saxofones fue patentada en París el 28 de junio de 1846.
El interés despertado por el nuevo instrumento produjo a su inventor muchos sinsabores y desavenencias con otros fabricantes e inventores de instrumentos y hasta con intérpretes, ya que veían un peligro en el saxofón.
jueves, 4 de febrero de 2016
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