Ante todo, hemos de indicar que tenemos en nuestro poder el CD El Canto de Diotima desde hace varias semanas , pero solo ver y leer el libreto que lo acompaña, ya supimos que nos encontrábamos ante un auténtico tesoro, de esos que hay que disfrutar con la dulce espera y retrasar su audición hasta que el ánimo esté en absolutas condiciones de poder desvelarlo y que sea la propia Diotima quien nos marque el momento, cosa que ha sucedido en la fría madrugada de hoy y no nos arrepentimos de la decisión, puesto que el momento, ánimo y condiciones técnicas no podrían haber encontrado mejor ocasión.
Se cuenta que la sacersotisa y filósofa Diotima, fue según palabras del propio Sócrates, quien le introdujo en los entresijos del Amor, y en este caso quien ha estado dialogando con la pianista malagueña Margarita Dominguez para marcarle el camino de un trabajo que es pura magia y sensibilidad, de esos en lo que el oyente no puede perderse ni una sola nota, y por tanto no es música para acompañar ninguna otra actividad, ni tener la mente ocupada en nada, por tirivial que esa sea, sino para estar inmerso en el piano y mente de Margarita, intentando comprender todo el Diálogo que ambas mantienen, y que comienza parando nuestra respiración y ponernos en situación con ese Impromptus de Schubert que nos marca el camino de las emociones, que no decae a lo largo de esos cortísimos 64 minutos que dura el Dialogo entre Sacerdotisa y pianista, y no nos cabe duda que ahi está plenamente comprendida la Filosofía de la Música.
No sabemos si también habrá sido Diotima quien ha iluminado a Margarita para incorporar tres mujeres compositoras en el CD, junto a Schubert, Chopin, Brahms y Rachmaninov, Clara Wieck-Schuman por quien sentimos auténtica admiración tanto en su papel de mujer, esposa y madre como de compositora, Cecile Chaminade, quien tuvo que oponerse a su propio padre para poder recibir clases de piano, y que pudo conseguir solamente con la complicidad y apoyo del propio Bizet para llegar a ser galardonada con la Legión de Honor de Francia, siendo la primera mujer en conseguirlo.
Y junto a ellas, y quizás menos conocida para los aficionados poco avisados, la venezolana Teresa Carreño quien alternó el piano con su otro instrumento, su voz de Mezzo Soprano, llegando a ser considerada la mejor pianista hispanoamericana de los siglos XIX y XX y unas de las más importantes del mundo, comenzando publicamente con tan solo 9 años de edad, al ser invitada para acudir a Washington y ofrecer un Concierto de Navidad, el del año 1916, para el presidente Abrahan Lincoln.
Podríamos seguir hablando de todo lo que hemos sentido al escuchar este extraordinario trabajo de Margarita Dominguez, pero como las emociones y las formas de asimilarlas son muy personales, nos limitamos a aconsejar solamente su Escucha, en las condiciones más adecuadas posibles y previa lectura del folleto.
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| Margarita Dominguez , (Izda) en foto de sus RR.SS, junto a la violinista Laura Rodriguez en el Castillo de Águilas. |
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