Recibimos siguiente nota de nuestra amiga Carmen Barroso.
Aquí continúo en mi refugio de la Antilla hasta que bien el comienzo del curso o el mal tiempo me obligue a regresar a Sevilla.
Hoy, al bajar a la playa me he encontrado con esta "boria" que arroja un aspecto fantasmal sobre las doradas arenas y que le aporta un punto de belleza absolutamente inédito al aspecto habitual.
No obstante, como todas las cosas en la vida, la mañana ha seguido su curso y esa boria se ha transformado en un día espléndido.
A lo largo de este curso, han existido dos momentos especialmente nebulosos pero todos hemos sido capaces de transformarlos en la alegría del recuerdo de momentos felices y aquí estamos como siempre: Echandole alegría a la vida y con nuestra energía, al igual que el sol se ha impuesto sobre la boria, nosotros lo hemos hecho sobre la adversidad.
En esto esto pensaba mientras lo hacía en todos los compañeros de La Décima, con el sentimiento de gritar "Viva la Décima", pero en la playa no lo hubiesen entendido.
Nota: Los pescadores me han dicho que los hombre de la mar llaman boria a la niebla, y yo sigo fielmente sus indicaciones.
Le propongo a Pascual que, si es posible ilustre esta nota con la preciosa canción: A Foggy Day, aunque la pena es no poder sustituir Londres por La Antilla.
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