Su música, en compás binario se caracteriza por su solemnidad y elegancia, y originalmente acompañaba procesiones o bailes de corte.
Gbriel Fauré compuso su Pavana en 1886 y consiguio con su delicada música y atmosfera tan íntima y sofisticada, renovar el interés de ese genero, siglos después, de forma que incluso contemporaneos de Fauré como Debussy o Ravel se animaron a la composición de pavanas, en el caso de este último con su Pavana para Infanta Difunta.
Si bien Fauré compuso su Pavana para piano solo, de forma inmediata surgieron adaptaciones para Orquesta, Orquesta y Coros, Ballet e incluso inspiración para canciones como Isabel, de Il Divo.
Capítulo aparte merece la gran adaptación al Jazz, gracias a Bill Evans, y que desde entonces se ha convertido en un himno fúnebre cuando muere algún músico de Jazz.
Proponemos escuchar alguna de esas versiones, incluyendo una con la participación de 8 violonchelos, para nuestros lectores amigos de ese mágico instrumento.
Con la inclusión de la canción Isabel, queremos también rendir nuestro homenaje a Carlos Marín, que nos dejó en el año 2021, víctima del Covid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario