Con el comienzo del mes de Octubre, y tal como hemos hecho en otros años, le vamos a dedicar este mes de transición en el que las hojas muertas inundan nuestras jardines y bosques a una de las más bellas canciones jamás escritas como es LAS HOJAS MUERTAS, que en inglés fue adaptado por Johnny Mercer, como Autumn Leaves.
Les feuilles mortes fue escrita, en 1946, para una película, si bien la melodía ya existía desde un año antes. El compositor francés de origen húngaro Joseph Kosma la había compuesto para el ballet de Roland Petit Le Rendez-vous (1945), con argumento del poeta, dramaturgo y guionista cinematográfico Jacques Prévert (1900-1977).
Kosma se basó en Poème d’Octobre (1876), de Jules Massenet.
Al año siguiente, 1946, el director de cine Marcel Carné (1906-1996) quiso adaptar el ballet a la gran pantalla. Por encargo suyo Prévert, entonces, escribió esa hermosa letra. La película fue un fracaso comercial, pero la canción se convirtió en pocos años en un éxito internacional.
“Oh, me gustaría tanto que recordaras / los días felices cuando éramos amigos… / En aquel tiempo la vida era más hermosa / y el sol brillaba más que hoy. / Las hojas muertas se recogen con un rastrillo… / ¿Ves? No lo he olvidado… / Las hojas muertas se recogen con un rastrillo. / Los recuerdos y las penas, también. / Y el viento del norte se las lleva / en la noche fría del olvido. / ¿Ves? No he olvidado / la canción que tú me cantabas. / Es una canción que nos acerca. / Tú me amabas y yo te amaba. / Vivíamos juntos / tú, que me amabas, y yo, que te amaba… / Pero la vida separa a aquellos que se aman / silenciosamente, sin hacer ruido. / Y el mar borra sobre la arena / el paso de los amantes que se separan. / Las hojas muertas se recogen con un rastrillo. / Los recuerdos y las penas, también. / Pero mi amor, silencioso y fiel, / siempre sonríe y le agradece a la vida. / Yo te amaba, y eras tan linda… / ¿Cómo crees que podría olvidarte? / En aquel tiempo la vida era más hermosa / y el sol brillaba más que hoy. / Eras mi más dulce amiga, / mas no tengo sino recuerdos / y la canción que tú me cantabas. / ¡Siempre, siempre la recordaré!”.
La versión original fue cantada por Cora Vaucaire, "La Dama blanca de Saint Germain des Prés" y es con la que empezamos este ciclo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario