Es particularmente conocido por sus versiones de obras postrománticas para gran orquesta.
Fue director musical de la Orquesta Sinfónica de Toronto entre 1965 y 1970, de la Orquesta Sinfónica de San Francisco entre 1969 y 1976, y de la Orquesta Sinfónica de Boston entre 1973 y 2002.
Desde entonces y hasta 2010, ha sido director musical de la Ópera Estatal de Viena.
Durante sus últimos años en Boston se le criticó su indolencia e inseguridad, al tiempo que la prensa se cebó con él por su nula predisposición a aprender inglés con corrección tras más de treinta años de estancia en los EE. UU.. Por si esto no fuera poco, muchas de sus grabaciones discográficas resultaron un fracaso comercial y la casa Philips tuvo que modificar su contrato.
La frase de Simon Rattle tras un concierto en Boston — “Esta orquesta ya no es lo que era” — exacerbó los ánimos hasta el punto de que Ozawa se vio casi obligado a salir por la puerta de atrás en Boston tras más de 29 años de continuados servicios. Pero Ozawa supo rehacer su carrera y ha seguido manteniéndose como una de las figuras más requeridas y cotizadas por las orquestas de mayor prestigio.
Si bien su amigo personal Zubin Mehta tuvo el detalle de intentar dirigir un concierto con Ozawa, ya con Alzheimer en un vídeo que se hizo viral y de una gran humanidad, nosotros hemos querido recordar al Ozawa vigoroso que nos maravilló cuando se encontraba en plena forma física y con Eugeny Kissin en el Concierto para piano de Tchaikovski.
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