QUINIENTOS AÑOS Y UN MANTÓN

Seguro que muchas de nuestras lectoras tienen entre tus tesoros de vestuario un Mantón de Manila, más que posible, heredado, puesto que la vida actual no se presta a estos dispendios y si nos apuran tampoco se le da el valor que esa prenda tiene para una Mujer en esta actual sociedad de precios bajos y casi para usar y tirar, si bien no es el caso de las Damas de La Décima, como puede verse en esta foto, en la propia Viena Imperial.

También es posible que muchas de las poseedoras de ese precioso Teso, desconozca que no eran fabricados en Manila, sino de origen Chino, aunque llegaban a España en el Galeón de Manila, y de ahí su nombre.

Foto Archivo de la ASAO. Ignacio Trujillo y parte de su familia junto a Raina Kavaivanska y Adriana Molina 

Tampoco es el caso para nuestro querido amigo, articulista y presidente de la ASAO,  Ignacio Trujillo quien pensaba en todas estas cosas desde Sanlucar de Barrameda, contemplando ese mismo Guadalquivir al que llegó la Nao Victoria, con parada y continuando su viaje rio arriba hasta Sevilla, y que ha plasmado con su especial sensibilidad en un artículo que publica Diario de Sevilla, con el título de QUINIENTOS AÑOS Y UN MANTÓN

Y que comienza así: Mi hija Reyes se pone el mantón de seda bordado, regalo su abuela, que mi madre heredó de su tía Pilar, que murió de tifus a los dieciocho años, a principios del XX y que su padre le había traído de ultramar a su casa de Cádiz, antes de haber perdido las bodegas y los ingenios de azúcar, tras la guerra de Cuba. Y si lleva ese mantón bordado de China en la feria de Sevilla es porque hace exactamente quinientos años, un español, vasco, de Guetaria por más señas, tuvo la audacia y valentía de querer circunnavegar la tierra que se globalizó por vez primera.

Y este vídeo nos sirve también para rendir homenaje a Carlos Marín.