El tenor días atrás en una entrevista para ABC se preguntaba en su camerino por qué embarcarse en una ópera en estos tiempos de pandemia.
«¿Es un acto de temeridad, un ejercicio de responsabilidad, de respeto a la música, al arte y al teatro? Menos a un acto de irresponsabilidad, representar una ópera hoy responde a todo eso y, además, es un acto de valentía, y de compromiso social».
Estas palabras de Ramón Vargas, que encarna a Riccardo —uno de «mis roles favoritos», señala—, resumen el espíritu del elenco artístico y del equipo del teatro a la hora de acometer.
Cuando otros teatros líricos de gran prestigio, y no solo en España, han optado por echar el telón, nuestro Maestranza da un paso adelante, y cumpliendo con todos los protocolos sanitarios opta por la senda del esfuerzo y sacrificio en bien de la CULTURA, esa que en otros lugares desprecian, desde grandes ciudades, hasta pueblos que optan por cerrar sus espacios escénicos de gestión municipal.
No nos cabe duda que todos lo harán con sus mejores deseos e intenciones, que respetamos pero ¿SE TIENE EN CUENTA LA CULTURA?
POR ESO REPETIMOS, BRAVO POR EL MAESTRANZA Y SU GENTE
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