No, nunca, salvo que la primera palabra que escribamos tras el punto y coma sea un nombre propio. También podemos ver una mayúscula inicial tras el punto y coma en las obras de contenido lingüístico (como esta), en las que pueden aparecer varios ejemplos de un fenómeno, y se pueden escribir seguidos:
Perdone, caballero, ¿le conozco de algo?; No sabrá, querida, dónde ha pasado la noche; Oye, tú, ven aquí; Alberto, cariño, no escuches esa música.
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