De una forma especial nos ha impresionado su versatilidad para servir de nodriza de embarcaciones anfibias con formación de una verdadera playa artificial en su interior.
Pensamos que todos nos hemos sentido empequeñecidos ante sus dimensiones, que por momentos nos hacía olvidar que nos encontrábamos dentro de un barco.
Hemos tenido la oportunidad de vivir en directo un simulacro de alarma general con un gran verismo, que nos ha hecho preguntar si un herido que se encontraba en el hospital, era verdadero o formaba parte de los ejercicios (como así era).
Tras una magnífica comida servida en el Club de Oficiales, hemos continuado con las emociones, al visitar el C-5 Galaxy, que lamentablemente estaba a punto de salir para una misión, y que por tanto nos ha privado de visitar su interior.
No obstante, lo visto desde fuera ya ha colmado nuestra curiosidad, y si nos parecía imposible que el B.P.E. Juan Carlos I flotase, tambien lo parece que al Galaxy sea capaz de despegar del suelo
MAÑANA PUBLICAREMOS LAS GALERIAS DE FOTOS
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