Ya estamos de regreso en casa.
Sin duda ha sido, una vez más, una extraordinaria experiencia de convivencia.
Todos somos conscientes de que el principal activo de nuestros viajes es el espiritu que nos anima a todos, mucho mas allá del propio viaje en sí mismo.
Hemos visitado lugares que la mayor parte de nosotros conocíamos, aunque para algunos no eran sinó vagos recuerdos tras muchos años de haberlos visitado.
Hemos tenido de todo, con un lugar destacado para el ARTE (con mayusculas), a través de nuestra visita al Museo del Prado y a la exposición de L'Hermitage, que por si solo ya justificaba el viaje.
El viaje lo hemos alargado al máximo, de forma que los desplazamientos de ida y vuelta desde Sevilla a Madrid lo hemos convertido en sendas excursiones, con interesantes visitas al Palacio de Aranjuez, Trujillo y Mérida.
Hemos tenido tambien la fortuna de contar con las manos expertas de nuestro Conductor (Manolo) y los conocimientos de nuestra Guía (Piedad), que han contribuido en sus respectivas parcelas al exito del viaje pero sobre todo, hemos tenido a la Providencia cuidando de La Décima hasta en los mas mínimo aspectos.
Así pues, demos gracias a Dios por habernos concedido el gozar de estos magníficos dias, y vuelta a casa sin el mas mínimo percance.
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