LA DÉCIMA EN LAPONIA

No cabe duda que entre los compañeros de La Décima, hay verdaderos aventureros que lo mismo van a los más inhóspitos desiertos, que siguen la Ruta de la Seda hasta la lejana y mítica Samarcanda o como en este caso, y decididos a contemplar las Auroras Boreales, van hasta el mismo polo norte y más concretamente a Laponia, como recientemente han hecho un grupo, liderados por las incombustibles Montaña y Beli, demostrando una vez más, en el caso de Montaña, que lleva en la sangre el espíritu de aquellos conquistadores extremeños.

Ante todo, hemos de confesar que llevamos varios dias intentando publicar las notas de este espectacular viaje y con unas no menos extraordinarias fotos que nos han aportado a su regreso, pero dificultades técnicas nos han impedido confeccionar un audiovisual que recogiera esos grandes momentos tan vívidos, así que tenemos que limitarnos a publicarlo sobre la base de imágenes fijas con los comentarios de algunos de esos momentos.

Parece que ese reno está mirando a Montaña y Beli con ojos aviesos

En el interior de un refugio Tipi.

Montaña demostrando su intrepidez

Nuestras amigas tuvieron que aprender a conducir un trineo tirado por seis perros Husky para poder adenrtarse en los bosques en los que el hielo rodeaban miles y miles de árboles en un paisaje realmente de ensueño y todo ello a temperaturas entre 20 y 25 bajo Cero, aunque en ningún momento han pasado frio, dentro de unos ropajes que más parecían buzos pero odas las prendas forradas con piel de reno, teniendo nos obstante cada 2-3 horas ue refugiarse en los tipis e ingerir alimentos.

Un poco menos cómodo pero más seguro fueron los paseos con raquetas y crampones sobre el paisaje nevado en unos casos y helado en otros.

Experimentaron la aventura de la alimentación que tuvieron que sufrir esos pueblos pescando bajo el hielo en una lucha por  la supervivencia.

También usaron las motos para nieve, emulando cualquier película de acción.

Y, como propina,  hicieron grandes amistades con personas tan aventureras como ellas y, por tanto, con muchos puntos en común.

Por último, decir que nuestras amigas ya se encuentran en Sevilla y ahora toca ir disfrazándose de Carnaval e ir preparando las túnicas para salir con sus respectivas cofradías, en un cambio de decorado que les parecerá casi imposible.

Y junto a nuestro agradecimiento por compartir con todos su extraordinaria aventura, solo nos queda poner la Banda Sonora, que no puede ser con otro que con Sibelius y como fondo para disfrutar de una aurora boreal, que parece ser les ha sido esquiva, y que las animan a repetir el viaje para conseguir disfrutar de este extraordinario fenómeno atmosférico.