El pasado jueves, pasando por la puerta del Teatro de la Maestranza, pudimos ver muchas personas, en su mayoría mayores de edad, que se acercaban con sus entradas para poder escuchar a la ROSS interpretar la 7ª Sinfonía de Mahler, y como tantas otras veces se encontraron con la desilusionante noticia de que el concierto no se celebraría por la huelga de los músicos, en una suspensión anunciada unas pocas horas antes del comienzo y con una insuficiente, prácticamente nula información, máxime para quienes no estén al tanto de las redes sociales.
Nos imaginamos la desilusión de esas personas, verdaderos sufridores de la huelga, en una tarde que bajar a Sevilla ya era complicado por muchos factores que no vienen a colación, y que vieron su esfuerzo defraudado.
Entendemos todos los motivos de los huelguistas, lo que no signifique que los compartamos, con argumentos ya repetidos hasta la saciedad, y desmontados, o al menos puestos en duda por algunos críticos musicales, de los que nos hemos hecho eco.
No cabe duda del desprestigio que está sufriendo la Orquesta como Institución con hechos como estos, al margen del coste económico, que ya se cifra en 125.000 Euros, por la devolución de las entradas.
No obstante, sugerimos escuchar esa sinfonía, pero solo en uno de sus movimientos, al tratarse además de una sinfonía considerada la menos popular del compositor.
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