Nuestra querida compañera Elena, tras tantos meses en Pechón, donde le pilló el confinamiento y salvo una escapada a Sevilla, cuando fue permitido, para hacer cambio de vestuario se está ya despidiendo para reintegrarse a su rutina.
Despedirse de Pechón no es una cuestión baladí, puesto que estamos hablando de un verdadero Edén, escondido entre Asturias y Cantabria.
Tanto María Rosa como Pascual, quien escribe esta nota, nos han comentado muchas veces lo que experimentaron cuando tras una sinuosa carretera que dejaba atrás la autovía y que parecía no conducir a ninguna parte, salvo la certeza de que íbamos en dirección al Mar llegaron a Pechón donde les esperaba Elena y en cuestión de minutos se vieron sumergidos en una verdadera explosión de Praderas, de Acantilados, de arenosas Playas y todo lo más parecido a un verdadero Edén.
Pues a ese Edén, también le llega el Otoño y la población se queda limitada a pocos más de 200 habitantes, así que Elena y Fernando, cogen el camino del "Pueblo Jándalo", esos que llegaron a Andalucía dejando sus orígenes en el Siglo XIX, aunque siempre vuelvan, y antes de despedirse, nos han querido dejar este pequeño aunque grande en sentimientos testimonio del Comienzo del Otoño en Pechón.
Nuestro agradecimiento por querer compartir con todos nuestros amigos y lectores estas bellas imágenes.
Por cierto, ese Pescador de Caña que aparece en el monumento está inspirado y tomando como modelo a un tío de Elena. Pudimos experimentar, que allí casi todos son familia, o lo parecen por el afecto que se profesan.
2 comentarios:
Así es Pascual, sentimientos encontrados, quedarse o volver, abandonar el Eden o abrazar la urbe,retomar las clases o seguir caminando por acantilados y playas...cuanto cuesta decidir, cuando se tiene el corazón " partío", que bien has descrito un pasado y un presente de una aldea que nos atrapa a los montañeses o jándalos, como se nos denominaba en el pasado siglo.Gracias por esa música y esa nostálgica memoria de un Otoño, distinto como nunca.
Elena, gracias a ti por compartir con todos los compañeros tantos paseos y vivencias que nos acercan constantemente a tus raíces.
No voy a tener más remedio que ir unos días a Águilas para romper la monotonía desde Marzo y buscar la inspiración para algo a la altura de tu Puerto Seguro.
Besos
Pascual
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