En Julio de 1990, con motivo del Mundial de Futbol celebrado en Italia, se produjo un acontecimiento musical que, si bien produjo cierto rechazo en algunos aficionados puristas e incluso cantantes, tuvo la virtud de acercar la Ópera al gran público.
En el marco de las Ruinas de Caracalla, con Zubin Mehta dirigiendo la Orquesta del Maggio Musicale Florentino, se juntaron tres de los mayores tenores del momento: Plácina, Carreras y Pavarotti, superando todas las expectativas imaginables.
En el concierto se mezclaron arias de óperas junto a canciones populares, sin olvidar a la Zarzuela.
La grabación en CD de aquel concierto se convirtió en el más vendido de la historia.
Depués vinieron otros conciertos en Los Ángeles coincidiendo con las Olimpiadas, Paris etc.
sábado, 18 de julio de 2015
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