Mágnífico cartel, obra de la diseñadora aguileña María Isabel López. |
Para empezar, ya resulta meritorio reunir a Beethoven y Mozart en un mismo programa, y mucho más si es a través de dos composiciones tan espléndidas como la Fantasía Coral para Coro, piano y orquesta, algo que solo otro compositor como Ralph Vaugham Williams ha abordado en la historia de la música sinfónica, y que en algunas partes nos recuerda de forma indudable al cuarto movimiento de la Sinfonía nº 9.
Mozart estará presente a través de una de sus grandes misas, quizás la mejor de las 16 que compuso, la Misa de la Coronación, llamada así por ser interpretada en Viena durante las celebraciones de la coronación del emperador Leopoldo II en 1791 o la del emperador Francisco II en 1792.
Se trata de una misa con detalles operísticos y que fascina siempre que se tiene la ocasión de escucharla.
Junto a todo ello, la sinfonía número 48 de Cesar Frank, obra muy criticada y controvertida tanto en el estreno como en posteriores años hasta llegar al día de hoy, en que se considera como
uno de los tesoros musicales de la humanidad.
Pensamos que hay motivos más que suficientes para justificar un viaje a Águilas por parte de los compañeros y lectores que puedan, en la seguridad de que gozarán de un extraordinario concierto.
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