Dirigió la Orquesta Filarmónica de Berlín durante treinta y cinco años.
El arte de dirigir consiste en saber cuándo dejar la batuta para no molestar a la orquesta.
Herbert von Karajan
En 1946, Karajan dio su primer concierto en la posguerra, en Viena, con la Orquesta Filarmónica de Viena, pero después las autoridades de la ocupación soviética le prohibieron ejercer la dirección debido a su afiliación al partido nazi.
Karajan tuvo un papel importante en el desarrollo del formato original del disco compacto (alrededor de 1980). Apoyó esta nueva tecnología de grabación y apareció en la primera conferencia de prensa que anunció el formato. Los primeros prototipos de CD tenían una duración limitada apenas a sesenta minutos y a menudo se afirma que se amplió hasta los 74 minutos a instancias de Karajan, para que así cupiera en un solo disco la Sinfonía n.º 9 de Beethoven.
Fue él quien grabó el primer CD comercializado y la obra que tuvo el honor de ser registrada en la ocasión fue la Sinfonía Alpina, de Richard Strauss.
Una vez, al dirigir a la London Symphony Orchestra, dio una entrada ambigua al solista de flauta y este le preguntó: «¿Maestro, cuándo debo entrar?». Karajan respondió: «Entra cuando ya no puedas aguantar más».
Solía decir: «El peor daño que podría causarle a mi orquesta es darles una instrucción clara. Eso impediría que se escuchasen unos a otros».[cita requerida]
También dirigía con frecuencia con los ojos cerrados
Lógicamente, es dificil elegir una grabación para ilustrar esta nota pero, dadas las fechas en que nos encontramos, elegimos la que sin duda para nosotros, es la mejor versión que existe del Requiem de Verdi, para el que se reunió a figuras como Leontyne Price, Fiorenza Cossotto, Nicolai Ghiaurov y un jovencísimo Pavarotti, y todos ellos con la Orquesta y Coros de la Scala de Milán.
La versión definitiva (según nuestro criterio)
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