Si hasta ahora habíamos quedado debidamente informados de dos de los aspectos mas lucidos de la Ópera, como son el musical y técnico, a través de sus directores Pedro Haffter y Antonio Moreno, hoy le ha tocado el turno al que quizas séa al punto clave en todo el mundo de este espectáculo. Evidentemente, no referimos al aspecto económico que, en definitiva, marca las pautas de las peticiones artísticas y técnicas.
La Directora de producción del Maestranza, Ana Esteban, no ha ido desvelando todos estos marices que normalmente quedan lejos del oro y el oropel pero que son vitales para conseguir, por ejemplo que en un momento en que casi todos los teatros de ópera de España atraviesan momentos críticos, el Maestranza goza de buena salud, solamente con algo tan elemental y que todas las amas de casa saben: No gastar mas de lo que se tiene.
Se nos han aclarado todas las dudas planteadas, tales como presupuestos, coste de producción de Rigolleto, patrocinios, ingresos por taquilla etc. etc. Ni una sola pregunta ha quedado sin respuesta, incluso mencionando nombres de figuras que todavía se resisten a reflejar en sus cachés el momento de crisis que vivimos, junto a otras que se ofrecen rebajándolo en un ánimo de que todos debemos arrimar el hombro para que se mantenga el mundo de la Ópera.
En definitiva, toda una experiencia en el que los números han sido los protagonistas.
Como colofón, hemos visitado camerinos, zona de vestuarios, sastrería, y el escenario con el montaje de la zarzuela Entre Sevilla y Triana.
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