Hoy nos ha atacado el estribillo de una antigua canción y hemos pensando en desprendernos de ese ataque compartiendolo con todos nuestros amigos y lectores.
En una antigua película del año 1936, hay una escena en la que Ginger Rogers se está lavando la cabeza cuando escucha la melodía de la canción cantada y tocada al piano por Fred Astaire, y queda como hipnotizada por la música y se dirige al salón; cuando termina ésta, se mira en un espejo percatándose que tiene la cabeza enjabonada y corre al baño de nuevo.
Evidentemente, luego se ponen a bailarla, COMO NO PODÍA SER DE OTRA MANERA.
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