Nuestra compañera Rosa Mª Manzano Vazquez, nos envía esta preciosa y entrañable poesía. Seguro que la conserva como un tesoro y orgullosa de ella ha querido compartirla con nosotros. A ver si nos contagiamos de su iniciatíva y vamos aportando nuestros tesoros, qué posiblemente haya alguno que otro escondido esperando ser compartido. (Nota de Mento)
UN PADRE A SU HIJA ADOLESCENTE.
En el día de tu santo,
yo quiero felicitarte;
aunque de tanto amarte,
como de quererte tanto,
ya no se como hablarte.
Hablaré pues con Dios,
que El me entenderá;
pues sabe que habemos dos,
que somos papá y mamá,
rogando siempre por vos.
Y le pedimos con el corazón,
te lleve siempre por el camino,
que conduce a la felicidad.
Que entienda mi Rosi la razón,
de que pendientes de su destino,
no conzcamos la tranquilidad.
Que eres nuestro ser más querido,
que solo deseamos tu bienestar,
que solo ansiamos tu felicidad,
que te marchaste de nuestro nido,
que sólo con él querias estar,
que por todo, imploramos su bondad.
¡Oh Rey de los Cielos;
pon a tu diestra a mi niña,
comprende Tú mis desvelos,
haz feliz a mi Rosiña¡
Cada dia un sólo objetivo.
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