martes, 24 de septiembre de 2024

EL BANDOLERISMO EN SEVILLA

Sevilla fue un refugio habitual para bandoleros que bajaban desde Sierra Morena, una zona montañosa ideal para ocultarse y almacenar botines.
La falta de control en la sierra facilitaba el bandolerismo, y muchos delincuentes acudían a la ciudad para vender lo robado o divertirse en mesones y posadas, especialmente en la calle Alhóndiga. 
Diego Corrientes, un célebre bandido del siglo XVIII, desafiaba a las autoridades locales, incluido el juez Francisco Bruna, con astutas acciones que mantuvieron el bandolerismo activo hasta que fue capturado y ajusticiado en 1781.

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