La Eucaristía que se celebra hoy es la mejor y mayor Acción de Gracias a Dios.
En ella acogemos el fuego vivo del Espíritu, que nos alienta y reconforta en la espera de la llegada definitiva del Señor, que cumple sus promesas.
En la Eucaristía encontramos las fuerzas que necesitamos para que nuestro gozo sea verdadero y nuestra alegría sea desbordante y contagie a los demás. "Hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer”(Dominicos).
Jesús ¿quién eres Tu?
¿Con qué adjetivos puedo definir los momentos de alegría de mi vida?
¿Me dejan bien, o me saben a poco?
¿Siento que mi existencia está llamada a una alegría mayor, plena y desbordante?
¿Soy capaz de reconocerla en lo pequeño y de pedirla como un don que necesito?
¿Contagio alegría en los ambientes por los que me muevo?
¿De quién o quiénes la recibo y cómo la agradezco?
¿Me comprometo a construir mayores espacios de gozo en la humanidad y en las vidas de los más necesitados? tan pobre al nacer, que mueres en cruz.
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