Las obras corales sacras de Haydn se consideran generalmente como sus más importantes, en las que se incluye la Missa Hispanica (que intercambió para su diploma en Estocolmo), una misa en re menor, un Lauda Sion, el réquiem para el arzobispo Sigmundo en do menor, y una colección de graduales, 42 de los cuales fueron reimpresos en el Ecciesiaslicon de Anton Diabelli.
También fue un prolífico compositor de música profana, incluyendo cuarenta sinfonías, varios conciertos y música de cámara, como un Quinteto de cuerdas en Do mayor que alguna vez se atribuyó a su hermano Joseph.
Es evidente que la vida y obra de Johan estuvo a la sombra de dos Genios, y desde aquí, queremos reivindicarlo con su Réquiem, ese que sirvió también de inspiración a Mozart.
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