Seguimos adentrándonos en el mundo de Brahms y de sus cuatro sinfonías, llegando hoy a la tercera de ellas, compuesta en verano de 1883, que podemos definir como : Música en estado puro.
Brahms había planeado unas tranquilas y solitarias vacaciones en Bad Ischl, una ciudad-balneario en los paraísos verdes del corazón de Austria.Preparó el viaje y partió hacia allá, pero en ese camino en el que podemos imaginarle contemplando los paisajes que adornan el sur de Alemania, un golpe de inspiración le hizo cambiar sus planes y comenzó a escribir.
Las ideas brotaban sin parar, y un encierro de cuatro meses resultaron en la finalización de esta obra de cuatro movimientos
El tercer movimiento llega uno de los momentos más inspirados de Brahms en todo su catálogo, con una melodía que todos tenemos la sensación de haberla escuchado alguna vez. ¿Hay alguien que se pueda quedar impasible ante la belleza de ese tercer movimiento?.
Y podemos aprovechar para ver algunas imágenes de aquella gran película ¿Aimez vous Brahms?
No hay comentarios:
Publicar un comentario