En nuestra Facultad, fue poco el tiempo en que pudimos disfrutar de las enseñanzas del profesor Emilio Gonzalez Ferrín y quizás todos recordemos los principales motivos de su salida y sobre los que no merece la pena volver. Quienes lo sabemos, lamentamos profundamente aquel desencuentro y quien no, pues puede seguir perfectamente con su vida.
No obstante, algunos de nosotros (pocos) continuamos matriculándonos en sus seminarios en la Facultad de Filología Árabe de la Universidad Hispalense para continuar disfrutando de sus enseñanzas sobre el Islam y el pensamiento árabe.
Hace poco tuvimos ocasión de contactar con él y nos transmitió su más cariñoso saludo para todos los compañeros de La Décima.
Los postulados de Emilio G.Ferrín sobre la no-invasión árabe en España le provocó y lo sigue haciendo el rechazo de los historiadores clásicos que le acusan incluso de negacionismo y fraude historiográfico. La hipótesis de nuestro profesor, que a quien escribe esta nota le convenció totalmente, en base a los múltiples argumentos esgrimidos, nos sirvió al menos para entender muchas cuestiones de nuestra Historia. Y en definitiva, la Universidad está para eso, para empaparnos de enseñanzas de todo tipo y que cada uno saque sus propias conclusiones.
Tenemos ahora el sumo agrado de escuchar una conferencia de nuestro profesor defendiendo la obra de otro historiador que sufrió asimismo su propio rechazo: el paleontólogo y historiador español Ignacio Olagüe, que ofrecemos en la confianza de que merezca la atención de quien quiera escuchar otra versión de la llamada (mal o bien) Invasión árabe de España.
Fué una inmensa suerte conocer de su mano otros puntos de vista sobre el pensamiento árabe y el mundo islámico. Ojalá pronto podamos reencontrarnos.
ResponderEliminarEfectivamente. Su propuesta era de sumo interés con el espíritu universitario de mostrar alternativas a la historia incluso chocando con los criterios ortodoxos. Un gran profesor de los que hemos tenido ocasión de disfrutar. Gracias por tu comentario amiga.
ResponderEliminarEfectivamente. Su propuesta era de sumo interés con el espíritu universitario de mostrar alternativas a la historia incluso chocando con los criterios ortodoxos. Un gran profesor de los que hemos tenido ocasión de disfrutar. Gracias por tu comentario amiga.
ResponderEliminarGracias Pascual por evocar los maravillosos días que disfrutamos de este auténtico Sabio. Lo definiamos como "una tormenta de ideas" porque es increíble la sabiduría, la memoria y la capacidad pedagógica de este hombre. Ojalá pudiéramos volver a disfrutar de sus enseñanzas, aunque la absorción de conocimientos es cada vez más complicada. Un abrazo.
ResponderEliminarAlgunos,como he reseñado,tuvimos el acierto de seguir con él más tiempo a través de la facultad de filología árabe y nos dejó una huella indeleble.
ResponderEliminarAlgunos,como he reseñado,tuvimos el acierto de seguir con él más tiempo a través de la facultad de filología árabe y nos dejó una huella indeleble.
ResponderEliminarAlgunos,como he reseñado,tuvimos el acierto de seguir con él más tiempo a través de la facultad de filología árabe y nos dejó una huella indeleble.
ResponderEliminarEl de las 20,58 soy yo, Pedro Contreras. No salió el nombre. 🤔🤔🤔
ResponderEliminarMi continuado trato con él me permitió hablar mucho con sobre el tema y confrontar sus ideas con la también muy querida amiga nuestra y profesora Gloria Lora, que mantienes tesis opuestas.
ResponderEliminarPero sobre todo es un buen amigo