La pianista francesa Hélène Grimaud, es un referente de su instrumento desde hace décadas. Comprometida con el Medio ambiente y con la sociedad y de forma muy especial con el trato que le damos al Agua, que es nuestra fuente de vida.
Destaca su trabajo en autores como Chopin, Debussy, Brahms, Beethoven o Mozart. e incluso contemporaneos.
Hélène se ha mostrado dentro de ese compromiso y con la situación actual muy crítica al tiempo que empática con la situación de músicos independientes, pero que dependen de sus actuaciones para vivir.
hasta el punto de pensar que la Música tiene muy difícil sobrevivir en estos momentos.
De hecho, si bien no sabemos si se ha hecho alguna encuesta similar en España, en algunos países europeos, la tercera parte de los músicos ya han decidido cambiar de profesión, y eso que hablamos de países donde están recibiendo ayudas, que no es nuestro caso, hasta donde nosotros sabemos.
Pero queremos hablar de una curiosa anécdota sobre Hélène y que encaja con su ecologismo.
Cuando ya era una pianista famosa, conoció a Alawa, una loba que poseía un vecino suyo de manera ilegal y que pronto se convirtió en una presencia inseparable para Hélène.
«Emocionalmente, Alawa fue una de las grandes presencias de mi vida. Nuestro compromiso y confianza eran absolutos», explicaba la pianista francesa en una entrevista. Tras la muerte de la loba fundó en el estado de Nueva York el «Wolf Conservation Center», una institución dedicada a proteger a la especie y que funciona además como criadero. Y también con ella intenta educar a los niños sobre la necesidad de proteger la naturaleza. Actualmente, el centro cuida de una veintena de lobos.
Fruto de ese compromiso, grabó un vídeo con el nombre de Viviendo con Lobos, que nos permitimos ofrecer a la consideración de nuestros lectores.
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