A partir de su experiencia como reportero y narrador, reivindica la lectura, la curiosidad y la ética personal como brújulas para orientarse en tiempos confusos.
Con ejemplos de su obra y de la vida real, Pérez-Reverte recuerda que la valentía, el respeto y la coherencia no hacen ruido, pero son los que sostienen al ser humano en los momentos difíciles.
Y una observación personal. Ese gesto que hace Perez-Reverte es el correcto para poner el sombrero cuando estamos sentados y ante una mesa, nunca sobre ella, sino del revés y bajo el asiento.
Pascual, muchas gracias por esta hora de lecciones de vida, de ese Maestro genial e irrepetible llamado Arturo Perez-Reverte.
ResponderEliminarPerdón, soy Pedro Contreras.
ResponderEliminarQuerido amigo, muchas gracias a ti por su generosidad y fidelidad al Blog de La Décima.
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