Con 26 años, Ashkenazi abandonó la URSS y se refugió en el Reino Unido. Esa decisión le llevó luego a Islandia donde se casó y, finalmente, a Suiza, donde reside actualmente.
Vladímir Áshkenazi es conocido por sus interpretaciones de compositores rusos y del periodo romántico. Ha grabado los 24 preludios y fugas de Dmitri Shostakóvich, El Clave Bien Temperado de Bach, las sonatas de Aleksandr Skriabin, las obras completas para piano de Rajmáninov, Frédéric Chopin y Robert Schumann, las sonatas para piano de Beethoven, así como los conciertos para piano de Mozart, Beethoven, Béla Bartók, Serguéi Prokófiev.
En 1989 Ashkenazi fue testigo de la caída del régimen comunista del cual había escapado. "Era otoño de 1989 cuando, después de 26 años de ausencia, fui invitado a volver a la Unión Soviética para dirigir unos conciertos con la Royal Philharmonic», recuerda el maestro. «Justo la tarde que regresé se nos comunicó que Gorbachov iba a acudir, secretamente, al apartamento de mi padre a saludarme. Pero, al final, un emisario fue el que se acercó para presentar los respetos del señor Gorbachov y excusarle diciendo que tenía una noche muy ajetreada. ¡Y tanto que lo estaba! Al día siguiente vi por televisión que el Muro de Berlín había caído, con lo que Gorbachov tuvo que anteponer su cita con Honecker a la que tenía conmigo. Nunca lo olvidaré".
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