Cuando ya conocemos la ruptura de negociaciones entre los rectores del Ayuntamiento de Águilas, y ProMúsica Águilas, recordamos muchos momentos vividos en su Auditorio, en una programación que a lo largo de los años se ha hecho desde el Alma y el Corazón, y no desde intereses económicos, en una perfecta simbíosis con un público, la mayoría socios de ProMúsica, que concierto tras concierto llenaban el Auditorio. Todavía nos resistimos a hablar en pasado y confíamos en el restablecimiento de la Cordura, por parte de quien la ha perdido.
Asistir a un concierto de ProMúsica Águilas era mucho más que escuchar Música, que ya sería más que suficiente. Era un acto social, en la que coincidíamos personas con aficiones comunes, y quien escribe esta nota, de reencuentro con amigos, para lo que se habilitaba un rato en el descanso, mientras compartíamos unas copas de Cava y comentábamos la primera parte del concierto, trascendiendo a otras cuestiones.
Todo esto, lo han destrozado unos políticos, carentes de ese Alma, al menos musical, y queremos recordar uno de aquellos momentos, que seguro llevamos grabado quienes allí estuvimos.
Era el 10 de Diciembre de 2021 y en el programa aparecía la obra Epitafio para Violín y Orquesta de Cuerdas, compuesta por el cartagenero Mateo Soto, quien ya nos ha dado muchas muestras de su grandeza, y para ser interpretada por la excepcional violinista Laura Rodriguez, amiga personal y compañera suya.
La obra la compuso en homenaje a las víctimas del Covid, que ya nos parece tan lejano, pero nunca para personas como él, que tuvo que sufrir la pérdida de personas sumamente queridas. El dolor estuvo presente no solo en el escenario, con la Magia del violín de la intérprete, sino que desde allí llegó a las butacas e inundó todo el Auditorio.
Son momentos que siempre quedarán grabados para los socios de ProMúsica Águilas y asistentes aquella noche, que hemos elegido como ejemplo, y tantas otras.
Música desde el Corazón para todos los Corazones sensibles.
Pilar Cano Tornero
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