LA EMOCIÓN DE ESCUCHAR SINFONISMO ESPAÑOL EN LA UNIVERSIDAD CEU FERNANDO III.

Antes de comenzar el concierto de ayer, tuvimos ocasión de saludar al profesor y crítico musical Andrés Moreno Mengibar, junto a su esposa Carolina, lo que por una parte nos ratificaba que lo que íbamos a escuchar tenía al menos la importancia histórica que ya conocíamos y en cuanto al aspecto musical, era cuestión de esperar su siempre justa y acertada opinión.

Que en un programa se incluyan composiciones de tres españoles que vivieron y coincidieron en el París de comienzos del siglo XIX y que se presente incluso una sinfónica prácticamente inédita compuesta por un sevillano no es una cuestión baladí.

El crítico hace referencia a la renovada sección de violines primeros y estamos seguros del dilema del maestro Álvarez Calero entre su exquisita sensibilidad al prescindir de unos músicos  y su no menos espíritu de superación, en un intento de dar un salto cualitativo a la Orquesta, y lo cierto es que para el oyente, esa dura decisión se aprecia.

Todo lo relacionado con el Concierto propiamente dicho, se puede conocer en la crítica de Moreno Mengíbar en Diario de Sevilla, AQUÍ. 

Por nuestra parte, solo reseñar, que llegar al campus de la Universidad CEU Fernando III, un sábado por la tarde, con Sevilla bullendo de los prolegómenos de su Semana Santa y ver bajar de sus coches familias enteras que enfilan el magnífico y amplio Auditorio de la Universidad, ya nos da una idea del compromiso de la propia Sede Universitaria y de su pueblo, con la alcaldesa (PP) a la cabeza, y antes de ella con otras fuerzas políticas con la misma respuesta y compromiso con la Orquesta que lleva su nombre, y no como vemos en otros sitios, por el ansia y necesidad de la foto, sino por convencimiento, amor a la Música y compromiso. O sea, que no se trata de siglas, sino de personas.

Y culminando tan interesante programa, una propina en forma de la adaptación para Orquesta del famoso Nessum Dorma, que hizo ir tarareando por el Campus a todas esas familias que vimos a nuestra llegada, con esa esperanza que fue cumplida, y que nosotros ofrecemos aquí en la voz de quien la hizo suya.

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