El motivo de tal afrenta era la vida política de D. Alberto, el cual era concejal del Ayuntamiento de Sevilla por el Partido Popular. No era la primera vez que el edil era perseguido por la banda, y es que con anterioridad su nombre ya había aparecido en las listas de personas que seguían los terroristas. Tras haber seguido un protocolo de seguridad, al cabo de los meses, y creyendo que el peligro había pasado, el matrimonio volvió a su rutina, sin saber que los habían estado vigilando para aprovechar el momento en que bajaran la guardia y actuar, como así fue.
Hoy, Diario de Sevilla, publica la lección magistral impartida por Teresa Gimenez Becerril VER AQUÍ
A Eta no le debemos nada por dejar de matar”, dijo en un abarrotado salón de actos. Dice que nadie le ha pedido perdón en estos 25 años. “Como dice mi sobrino Alberto, dentro de nada vamos a tener que pedir perdón por ser víctimas”
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