Leemos un artículo en la revista Centinela sobre las oportunidades que se nos presentan a lo largo de la vida para conservar la honra, con párrafos que nos hacen reflexionar sobre situaciones que se nos presentan en el transcurso de los años.
Eichman, fue uno de los responsables de la logística en los campos de concentración nazi, juzgado en los Jerusalen en el año 1961
Durante el juicio, Eichmann no manifestó ningún tipo de culpa por lo que había hecho ni de odio hacia aquellos a quienes se lo había hecho. No se consideraba responsable de aquellas atrocidades porque sólo estaba «haciendo su trabajo». «Cumpliendo órdenes».La filósofa Hannah Arendt, presente en aquel juicio lo definió como "la banalidad del mal".
Estar haciendo tu trabajo mientras cometes la injusticia jamás te quitará responsabilidad alguna: solamente tú eres dueño de tus actos.
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