NOTA PERSONAL DE NUESTRO COMPAÑERO PASCUAL MUÑOZ
Si bien es un asunto muy personal y ajeno totalmente a La Décima, quiero aprovechar la generosidad de mis compañeros para escribir aquí unos sentimientos que me vienen en estos momentos.
En mi agenda de contactos, figura en el Grupo de Amigos, el nombre de "Elvis" y un número de teléfono. Evidentemente no estoy hablando del Elvis que todo el mundo conoce, pero sí del "Elvis", amigo mío, y tocayo, cuyo nombre real es Pascual Gil.
Me viene a la memoria el momento en que conocí a mi tocayo, en los años 80,(¡¡Dios mio, ya más de 40 años!!) cuando tuve que desplazarme de Jerez a Huelva por un asunto profesional y por una circunstancia que podía presuponer cierta situación de tirantez personal, con alguien que en aquellos momentos no conocía. Todavía la A-49 era un proyecto con pocos tramos construidos y al salir de Sevilla, en lo que ahora parece imposible, subir la cuesta del Caracol y atravesar Castilleja de la Cuesta en toda su longitud era ya una aventura.
Recuerdo de forma muy vívida, como al entrar en su coche, y tras un primer saludo, puso un casete y en ese momento, de forma instintiva, dije en voz alta nombre de la canción e intérprete, provocando un gesto de sorpresa en él quien dijo: Eres la primera persona que conozca que sabe ni siquiera la existencia de este cantante, y menos reconocerlo. Yo ya pensé que eramos solo su familia y yo en el mundo (evidentemente era un Rock) y justo a partir de ese momento, se labró una fuerte amistad entre ambos.
Con el paso de los años, el destino o la Providencia hizo que coincidiéramos como compañeros de trabajo, si bien separados por bastantes kilómetros y la amistad se fue consolidando con unos grandes momentos, en muchos casos junto a nuestras familias, y siempre rodeados de su multitud de amigos.
Lo curioso es que a mi tocayo, ni siquiera la gustaba el rock and roll, solamente Elvis Presley de quien lo tenía todo y era la única música que escuchaba, si bien he de suponer que salpicado de algo de fandangos de su querida tierra.
Mi querido Amigo falleció ayer por la mañana, y cuando María Rosa y yo nos disponemos a desplazarnos a Punta Umbría, donde siempre ha residido, se me agolpan muchos sentimientos pero por encima de todo, la fortuna que he tenido en la vida de conocer a un "Hombre Bueno", con esa bondad que sale por los poros de las personas a quien Dios ha tocado y marcado para serlo.
Seremos muchos, muchísimos, quienes colapsemos hoy los alrededores de la Iglesia del Carmen, situada junto a esa Ría, que era otra de sus pasiones y lo primero y último que miraba todos los días de su vida, desde la privilegiada terraza de su casa.
Querido amigo y tocayo. Descansa en la Paz del Señor, y muchas gracias por todos los momentos vividos junto a ti, nuestras familias, y amigos comunes
Descanse en paz.!Cuando un amigo se va..... Nadie definio mejor esa perdida que Alberto Cortez. Un abrazo. Miguel
ResponderEliminarMuchas gracias Miguel. Así es. Vento ahora mismo de Punta Umbría y tanto la iglesia, que tiene muchísimo aforo como el entorno estaba totalmente abarrotado. Era una persona muy querida, por propios méritos.
ResponderEliminarUn abrazo